La actual crisis sanitaria del covid-19 nos ha hecho plantearnos si los lugares en los que residimos, bien sea a nivel hogar privado, bloque de pisos o manzana completa, son adecuados para llevar una vida completa en ellos.
El confinamiento ha disparado las visitas a portales web de compraventa de casas particulares y la visita a espacios de decoración como IKEA para remodelar el aspecto o en los casos más extremos adquirir una vivienda “mejor” en la que poder disfrutar largos periodos de tiempo, si es que así el tiempo lo dictara como necesario.
Las grandes elegidas son aquellas con jardín, piscina, terrazas amplias, o incluso todo ello unido creando no solo un espacio en el que vivir, sino también un lugar en el que disfrutar. Por ello, los más visionarios, arquitectos y gente con cabeza, han empezado a trabajar en proyectos como el presentado por el estudio Guallart Architects, en el que presentan una serie de supermanzanas que, ojalá, representan los barrios del futuro.
El planteamiento inicial se basa en una serie de manzanas pensadas para que sus residentes puedan hacer la mayor parte de su vida diaria sin moverse de su entorno. Esto implica que en los propios alrededores se encuentran espacios aptos para realizar un teletrabajo productivo mientras que estás completamente tranquilo de que tus hijos están en la escuela que se sitúa a escasos metros de ahí.
Se trata de una fusión entre la construcción artificial mediante materiales sostenibles y los espacios verdes por los que salir a pasear y que a la vez limpian y regeneran el aire del complejo. Estas zonas verdes las encontraríamos también en las azoteas de los edificios en forma de huertos urbanos en los que los residentes podrían adquirir parte de los productos que consumen de forma habitual, de forma más sana y respetuosa con el medio ambiente.
El estudio del arquitecto español Vicente Guallart nombró a este proyecto como “la ciudad autosuficiente”, y es que en estas cuatro manzanas proyectadas se levantan los pilares de un nuevo modelo urbano, en el que las personas pueden vivir, trabajar y descansar en el entorno de su vivienda, y en época de crisis sanitaria, energética o alimentaria, dar una respuesta adecuada desde ese mismo entorno, mediante confinamientos de diversos grados. Se trata de un espacio pensado para satisfacer en todos los aspectos a sus residentes.
Desde SUSTENTEARTH esperamos y deseamos que proyectos como esta sean reales muy pronto y que para futuras construcciones se tengan en cuenta no solo espacios multifuncionales sino que además se empleen los materiales adecuados para favorecer la sostenibilidad del entorno.