top of page

Del balcón a la mesa.

Hoy vengo a hablaros de los huertos urbanos y de todas sus ventajas, que son muchas. Últimamente, están cogiendo protagonismo y ya no es difícil vislumbrar algún balcón o terraza con un rincón lleno de vegetación que, si antes reinaban las flores, ahora lo hacen los vegetales y, en algunos casos más privilegiados, los frutales.


Su principal ventaja es que nos permite comer de forma saludable, garantizándonos que los productos que recolectemos van a ser de calidad y ecológicos ya que no habremos utilizado ningún químico para su tratamiento. Otra, es que podemos plantar lo que más nos apetezca y de este modo optar a una variedad de sabores sanos y respetuosos con el medio ambiente. Además, con un huerto en nuestro balcón, estaremos ayudando a limpiar el aire de la contaminación de la ciudad ya que las plantas absorben el CO2 del aire para producir el oxígeno.


Lo primero que hay que pensar a la hora de plantearse cultivar un huerto urbano en nuestra casa es dónde lo vamos a ubicar. En grandes ciudades donde lo habitual es contar con un piso de escasos balcones o, en el mejor de los casos con una terraza, no tenemos mucho que pensar. En cambio, en un pueblo, donde suelen predominar las casas particulares, puede contarse con un espacio mayor donde poder cultivarlo.


En cualquier caso, vamos a suponer que disponemos únicamente de un balcón en el que poder ubicarlo, que suele ser lo más común y, además, es mi caso particular. Pues bien, muchas veces tendremos que lidiar con un pequeño espacio para nuestro huerto porque en pisos tan pequeños el balcón suele estar muy cotizado para diferentes usos como tender la ropa, una pequeña mesa,… por lo que la optimización de éste es fundamental.

Si contáis con espacio suficiente, lo mejor sería que optaseis por tener un “huerto urbano” que casualmente es como se llaman las estructuras preparadas para este tipo de cultivos. Podéis encontrarlas en diferentes tiendas como Leroy Merlin, centros de jardinería, etc., aunque si no disponéis de ese espacio, hay otras opciones igualmente válidas.


Para elegir que parte del balcón ocupar, tendremos que tener en cuenta las horas de Sol que recibe o si recibe las mismas durante todo el día. Esto es importante a la hora de elegir qué vamos a plantar porque no todas las plantas necesitan las mismas horas de luz. Por ejemplo, los tomates necesitan alrededor de 6 horas de luz y los calabacines entre 10 y 12 horas. Una vez elegido el lugar (pensad que dependiendo de cómo os planteéis montarlo, podréis desplazar las plantas a vuestra conveniencia para aprovechar el máximo de horas de sol), queda decidir cuánto vamos a plantar y el qué.


El cuánto vamos a plantar nos influirá a la hora de planificar nuestro huerto pues podemos optar por ocupar toda la superficie elegida con macetas o, por el contrario, podemos plantearlo de forma vertical, lo que nos permitirá tener más espacio en nuestro balcón. En mi opinión, lo mejor es el formato vertical ya que puedes disponer de un mayor espacio y puedes acceder a las plantas más fácilmente, pero todo es válido. Para una distribución en vertical, lo más cómodo será adquirir una estantería con el espacio suficiente entre baldas para que no entorpezcan el crecimiento de las plantas. El diseño de éstas ya dependerá de tus gustos personales; puedes optar por una normal u otras muy habituales para este tipo de plantación que son en forma de escalera, para que las plantas crezcan sin problemas. Aun habiendo escogido la estantería, siempre quedará un espacio en el que plantar en el suelo, que puede ser a través de maceteros, recuerda que lo mejor es aprovechar bien el espacio.

Es hora de pensar en el qué vas a plantar. Hay algunos vegetales, como los tomates, que crecen mucho en vertical por lo que deberás colocarlos en un lugar en el que no tenga impedimento a la hora de desarrollarse. En cambio, las fresas no suelen crecer mucho en altura, por lo que pueden estar sin problema en una parte baja, con superficie superior. En caso de que quieras optar por el cultivo de plantas aromáticas, no importante tanto donde las coloques, si recurres a ellas muy a menudo, ya que irás cortando según van creciendo. Respecto a estas últimas, hay quien prefiere buscarles directamente un hueco en la cocina por su uso frecuente, pero recuerda que deberán contar con luz solar suficiente para su desarrollo y crecimiento, por lo que si tu cocina no tiene tiene una entrada de luz directa, no te recomiendo que las plantes ahí.


Por último, también podéis decidir cómo vais a plantar vuestro huerto, y me explico. Hay dos formas de empezar un cultivo y, por orden de dificultad son (de menos a más): con un brote adquirido en un centro de jardinería o con semillas. El primero nos da la seguridad de que va a crecer y solo necesita los cuidados propios de la planta pero, el cultivo por semillas, no solo es más complicado sino que tarda más en dar resultados, por lo que si no cuentas con la suficiente paciencia, te recomiendo el primero. Pero debes saber, que te estarás perdiendo todo el proceso de crecimiento desde sus inicios.


Como veis, cada planta puede requerir unos cuidados concretos por lo que es importante informarse bien sobre los cuidados como frecuencia de regadío, sustrato adecuado, abono,… En vuestro centro de jardinería de confianza os informarán debidamente de todos estos aspectos. Hecho todo esto, solo queda tener paciencia y esperar a que el trabajo dé sus frutos (nunca mejor dicho). Mientras tanto, puedes disfrutar del proceso de crecimiento viendo como florece y aprender más sobre este tema para mejorar tus futuros cultivos.

26 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page